Bienvenidos a nuestra nueva entrada de Blog, titulada: La Trampa Financiera.

Genesis 25:29-34

29 Un día, cuando Jacob estaba preparando un guiso, Esaú llegó agotado del campo y le dijo:

30 —Dame de comer de ese guiso rojizo porque estoy muy cansado Analicemos la escena: Esaú llega hambriento olió, vio y le gustó el guiso de su hermano, la pregunta que me hago es ¿Si él esperaba un poco para cenar en la casa, se iba a morir?

31 —Véndeme primero tus derechos de hijo mayor le respondió Jacob. Nunca nos vamos a recibir un “gustito” sin perder algo valioso a cambio, lo primero que perdemos es la voluntad, luego dinero, tiempo, familia, salud entre otros.

32 —Me estoy muriendo de hambre —contestó Esaú—, así que ¿de qué me sirven los derechos de primogénito?

La Trampa

El razonamiento de nosotros es, para qué trabajo si no puedo darme un simple gusto(la trampa).

33 —Véndeme entonces los derechos bajo juramento —insistió Jacob. Si lo quieres puedes tomarlo, sólo debes darme algo pequeño a cambio, es más ni lo vas a notar.

Esaú se lo juró, y fue así como le vendió a Jacob sus derechos de primogénito34 Jacob, por su parte, le dio a Esaú pan y guiso de lentejas.

El pan es eso extra que también recibimos a cambio y sirve para calmar la conciencia tonta que sabe que ya caíste en el error.

Menospreciando los Derechos

Luego de comer y beber, Esaú se levantó y se fue. De esta manera menospreció sus derechos de hijo mayor. Una vez que caímos en la trampa, seguimos adelante sin darnos cuenta de que realmente acabamos de perder algo valioso.

Hoy Dios te dio la oportunidad de aprender algo valioso, no pierdas lo importante por algo sin valor solo para calmar un deseo momentáneo, por favor no caigas en la trampa, espera un poco más, generalmente las soluciones a estos problemas se resuelven esperando un poco más.

Lic. Emmanuel Alberty

Director de Mercadeo Insititucional/ Centro de IdeaPlus

Tiene una licenciatura en Mercadeo y es habilitado por el programa IMESUN de la Organización internacional del trabajo.